Estridente
nocturna guitarra
sumerjo en tiniebla
gritos de cuerdas
desgarradoras,
perforan oídos.
Deslizo mis dedos sobre su cuello
aprieto su yugular
irreverente ante trastornada migraña.
Horrores,
percusiones explosivas
/en mi cavidad craneal.
Me aferro a sus caderas
y en sopor de funesta madrugada
armónico ósculo
desentraña el camino, del onírico sueño.
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